12 octubre 2011

Justicia & Sacrificio




(…)


Fue entonces un golpe seco, un par de sujetos vestidos perfectamente de negro estaban frente a ella, que yacía desplomada sobre el suelo, boca abajo, opacando gemidos de dolor bajo la máscara de cerámica que cubría su par de océanos celestes. Llegaron cerca de ella, y uno de ellos se agachó hacia su altura, tomando con desdén su brazo, para así levantarla.


No hizo nada.


Era una guerrera empedernida pero no se defendió, era una de las más fuertes pero no hizo nada, ¿qué podría hacer?, había perdido ante todo, era una mujer indomable, que no dejaba que nadie destrozase su entorno, pero ignoró sus sentidos, dejándose caer cual muñeca de trapo en los brazos de aquel sujeto.
Había estallado, se sentía reventar completamente.


A la vez se había inundado en lágrimas. Se ahogaba en ellas, perecía ante el sol del atardecer, que se tragaba de un sorbo, todas las esperanzas que existieron en la mañana de aquel día. Ahora se había sumido a una oscuridad. Una absoluta y eterna oscuridad.


(…) 



To be continued ...

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