31 marzo 2011

Camila- Coleccionista de Canciones [Video + Letra]





Letra:

Tu, coleccionista de canciones
dame razones, para vivir.
Tu la dueña de mis sueños
quedate en ellos y hazme sentir.

Y asi en tu misterio poder descubrir
el sentimiento eterno.
Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusion de mi existir.

Tan solo tu, solamante quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor

Tu, coleccionista de canciones
mil emociones son para ti
tu lo que soñe mi vida entera quedate en ella
y hazme sentir y asi ir transformando la magia de ti en un respiro del alma

Tu con la luna en la cabeza
el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusion de mi existir

Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo

Ya no queda mas espacio en mi interior
haz llenado con tu luz cada rincon
es por ti que con el tiempo mi alma siente diferente

Solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre (siempre) siempre siempre contigo amor

*
*
*

29 marzo 2011

Una vez mas mi ridícula inseguridad



Destellos de inspiración

Una punzada en tu alma

Destellos de inspiración

La sensación de estar solo

¿Como alguien como yo puede sentir cosas similares a alguien como él?

Es mi debilidad, es un peligro, es mi debilidad

Pensar, hacer todo como se debe, pensar, siempre lo hago. Pero nunca sirve cuando me topo contra su figura, pero nunca sirve cuando escucho los armoniosos murmullos de su voz, pero nunca sirve cuando mi voluntad se va debajo de las suelas de sus mocasines y el la pisotea con cada paso de baile, cuando la arrastra cada vez que borra mis antipatías cuando hace el Moonwalk.

Juega con mi inspiración

Rocía cual morfeo, polvo para hacerme soñar despierta. Hace que las chispas de su magia, me hagan sentir plena, y desahogarme de una extraña manera. Invento mi país de las maravillas... pero de la misma manera, me hace correr cuando juguetonamente toma la estrella que el mismo me entregó, y corre entre los pasillos de mi mundo, su castillo encantado, me arrebata la inspiración, corre hasta desaparecer.

Me desplomo en miedo, entre la penumbra de mi inseguridad. Luego me da leves empujones, ¡que ridícula puedo ser la verdad!, corro hacia mi futuro, eres mi guía, mi zahir, obsesión... ¿que más dá?

Te perseguiré, si, hasta a tu lado llegar. 
*
*
*

28 marzo 2011

"El Corazón Delator" (Edgar Allan Poe)





¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.

Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.

Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces, cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de manera que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía lentamente... muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabeza por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente... ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante siete largas noches... cada noche, a las doce... pero siempre encontré el ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado el día, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolo por su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo mientras dormía.

Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negro como la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.

Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando:

-¿Quién está ahí?

Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse en la cama. Seguía sentado, escuchando... tal como yo lo había hecho, noche tras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.

Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. No expresaba dolor o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primer leve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirse que aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: "No es más que el viento en la chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". Sí, había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano. Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.

Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranura en la linterna.

Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.

Estaba abierto, abierto de par en par... y yo empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto, había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.

¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de un tambor estimula el coraje de un soldado.

Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba. Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantener con toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía que ser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes con atención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche, en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuve todavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escuchar aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez... nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarlo al suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre el corazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. El viejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.

Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuando les describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.

Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menor diferencia. No había nada que lavar... ninguna mancha... ningún rastro de sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogido todo... ¡ja, ja!

Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?

Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficiales de policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentes para que registraran el lugar.

Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballeros que descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi víctima.

Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido. Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaron de cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo más intenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de que aquel sonido no se producía dentro de mis oídos.

Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con creciente soltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba... ¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso..., un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije... juré... Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían... y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... más fuerte... más fuerte!

-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!

FIN

26 marzo 2011

Otra vez el dolor de mi inspiración...*



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"Como cualquier relato de horror, terror o decepción, se desplazan las líneas de su existencia lentamente entre los segundos marcados del reloj. Con el ahogado sonido que emite la agonía de su corazón fracturado, y el deslizar morboso e imaginario de lagrimas saladas que anuncian desesperación"


¿Porqué?, la inspiración es caprichosa
¿Porqué?, no acabé de emanar mis sentimientos
¿Porqué?, Necesito escribirte
¿Porqué?, No lo se

Solo se, que necesito sacarla de entre mis costillas, sólo se que, te continuaré.

Gracias por estos destellos de inspiración Michael :3

25 marzo 2011

Horacio Quiroga: "El Almuhadón de Plumas"



Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.

Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.

Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.

La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.

En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.

No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.

Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.

-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.

Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.

Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.

-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.

Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.

-¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.

Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.

Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.

-Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...

-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.

Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.

Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.

-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.

Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.

-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.

-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.

La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.

-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.

-Pesa mucho -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.

Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.

Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.

Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

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24 marzo 2011

“Que trata de la primera salida de su tierra que hizo el ingenioso Quijote” [Capítulo II]


“Que trata de la primera salida de su tierra que hizo el ingenioso Quijote”
         
Y así, el ingenioso Don Quijote decidió acabar con aquella pérdida de tiempo y emprender su viaje hacia mil aventuras. Sin decir a nadie, mucho menos dejar que alguien lo viese, simplemente aquella mañana salió triunfante a través de lo que el soñaba era un enorme portal, cuando en realidad era la puerta de un establo.

      
Rocinante lo estaría esperando, el tomaría sus armas, contento comenzaría su viaje.
     
De pronto, sintió una punzada en su alma, lo que ocasionó hacerlo entrar en razón, no podría entrar en batalla aún, ya que la caballería no se lo había ordenado. Él no era un armado caballero, y si fuese, debía llevar armas blancas en su poder. De todos modos, lucharía para ser uno, encontraría armas venciendo en batalla al más fuerte, para así ser él el más fuerte.

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*En la escuela, nos tocó el capítulo número 2 de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, debemos hacer una adaptación al teatro de cada capítulo que nos tocó, esto es un trozo de lo que escribí, la verdad, Don Quijote es espectacular, adoro su locura que no ve maldad, adoro sus delirios llenos de lealtad y el deseo de ver un mundo mejor,  a veces llego  a creer, que para este mundo cambie, locos debemos ser...

19 marzo 2011

Better make it now or never*


Y es que no creo en milagros, nunca lo hice.
*
No creo en cuentos de hadas, son cínicos.




*Nosotros debemos buscar nuestro sueño, porque no viviremos siempre.
*Nosotros debemos aprender a vivir nuestra vida, porque no viviremos para siempre
*Debo detener lo que me ofusca, porque no viviré para siempre
*Ignoraré las imbecilidades de otros, porque no viviré para siempre
*No me voltearé a ver a quienes me hieren, porque no viviré para siempre
*No volveré a llorar, ni haré que me vean hacerlo, porque no viviré para siempre
*No perderé mi tiempo recordando algo que nunca fué, porque no viviré para siempre
*Seguiré dejándome guiar, porque no viviré para siempre
*Continuaré siendo vehemente a mi misma, porque no viviré para siempre
*Te olvidaré de una buena vez, a ti, amor de mi herida, porque no viviré para siempre
*Te recordaré a ti siempre, estrella de inspiración, porque no viviré para siempre
*Te escucharé aunque no me puedas hablar, porque no viviré para siempre

Te-Te-Te lo dije!
Yo-Yo-Yo Te necesito...
*
I´m for something mystical, histerical,
Dark, intensive, sexual 

better make it now or never

18 marzo 2011

"Squidward's Suicide (el Suicidio de Calamardo)" [Leyenda Urbana]

Y si bien, son bastantes escalofriantes, no debemos olvidar que son simplemente CreppyPaste, (si quieres saber que es eso, da click aquí).

Navegando por internet me encontré con una leyenda urbana, que trata de un supuesto vídeo perdido de Bob Esponja, específicamente un capítulo de inicio de temporada.

Trata al parecer, del suicidio de Calamardo, no obstante, no debemos tomar esto por cierto



"Squidward's Suicide (el Suicidio de Calamardo)"

"Comenzaré diciendo que si quieren una respuesta al final, estarán decepcionados. 
No hay una. 


Fuí interno en Nickelodeon Studios durante el 2005 para obtener mi título en animación. No me pagaban, de hecho la mayoría de las pasantías no son pagadas, pero tuve algunas experiencias más allá de la educación. 

Los adultos no lo ven como un buen trabajo, pero la mayoría de los niños se cagarían si pudieran estar ahí. Como trabajaba con editores y animadores, me tocaba ver los capítulos nuevos antes de que salieran al aire. Iré al grano sin dar muchos detalles. 
Acababan de hacer la película de Bob Esponja y el staff entero estaba falto de creatividad, así que les tomó mucho tiempo iniciar la siguiente temporada. Pero en realidad, el retraso duró más por razones perturbadoras. 



Hubo un problema con el primer episodio de la temporada que retrasó por meses a todos y a todo. Otros internos y yo estábamos en el cuarto de edición junto con los animadores principales y los editores de sonido, listos para hacer el corte final. Recibimos una copia de lo que se suponía era "Fear of a Krabby Patty" y nos reunimos alrededor de la pantalla para ver. Ahora, dado que no era el corte final, a veces los animadores ponían un título falso en tono de broma, un chiste interno como "Como no funciona el Sexo" en lugar de "Rock-a-by-Bivalbe" cuando Bob y Patricio adoptan una ostra. 

Nunca fue nada en particular gracioso, pero siempre fueron chistes relacionados con el trabajo. Así que cuando vimos como título "Squidward's Suicide (el Suicidio de Calamardo)" no pensamos que fuera algo más que una broma mórbida. Uno de los internos incluso emitió una risa seca. 


Comienza con la música alegre de siempre. 

Inicia con Calamardo, practicando con el clarinete, errando algunas notas como siempre. Oímos a Bob riéndose afuera; Calamardo se detiene y le grita que se calle, puesto que tiene un concierto esa noche y necesita practicar. Bob dice que sí, y se va a ver a Arenita junto con Patricio. 

La splash screen de burbujas aparece y entonces vemos el final del concierto de Calamardo. 
Aquí fue donde todo se puso raro. 

Al estar tocando, algunos cuadros se repitieron una vez, pero el sonido no (en este punto el sonido ya está alineado a la animación, y eso no era común), pero entonces deja de tocar, el sonido termina como si nada hubiese pasado. Hay murmullos en la multitud antes de que comiencen a abuchearlo. 

No eran abucheos de caricatura comunes en el show, se podía escuchar malicia en ellos. 
Calamardo estaba visible de pie, nervioso y viéndose asustado. La imagen cambia, esta vez hacia el público; Bob Esponja está en el centro, y también abuchea, comportándose muy diferente a como lo hace siempre. 

Lo más rato de todo, es que todo mundo tiene ojos híper realistas. Muy detallados. Cláramente no fotos de ojos reales, pero algo un poco más real que CGI. Las pupilas rojas. Algunos nos miramos entre sí, obviamente confundidos pero como no éramos los escritores, nunca nos preguntamos como le atraería eso a los niños... aún. 

La toma cambia, Calamardo sentado en la orilla de su cama, viéndose muy mal. 
Por su ventana se ve la noche, así que es poco después del concierto. La parte más aterradora es que en este punto, no hay sonido. Literalmente. Ni siquiera el sonido de los speakers en la habitación. Como si estuviesen apagados, aunque estaban trabajando perfectamente. 

Calamardo solo estaba ahí, sentado y parpadeando en silencio como por 30 segundos, entonces comenzó a llorar. Sonaba como una pequeña brisa a través de un bosque. Luego se cubrió la cara y lloró en silencio por un minuto, mientras el sonido poco a poco comenzó a intensificarse. 

La pantalla poco a poco comienza a acercarse a su rostro. Por "poco", me refiero a que solo es notable si miras las tomas con 10 segundos de diferencia. Su llanto se vuelve más fuerte, lleno de dolor e ira. La pantalla se deforma, como si se doblara sobre sí por un segundo antes de volver a la normalidad. El sonido leve como de viento se vuelve más intenso y más severo, como si hubiese una tormenta. 

La parte tétrica es que este sonido y el llanto de Calamardo suena demasiado real, como si el sonido no viniera de los speakers, como si estos fueran agujeros y el sonido viniese de otro lado. 

Aún si el estudio tiene un buen equipo de sonido, no tienen el equipo necesario para producir sonido de esta calidad. 

Bajo el sonido del viento y el llanto, algo comenzó a sonar, una especie de risa en intervalos raros y nunca durando más de un segundo para que no pudieras oírlo con facilidad (vimos esto dos veces, así que perdónenme si las cosas suenan muy específicas, pero he tenido tiempo para razonar sobre ellas). Luego de treinta segundos de esto, la pantalla se puso borrosa, se torció violentamente y algo parpadeó rápidamente sobre la pantalla, como si faltara un cuadro de animación. El editor principal de animación puso pausa y regresó cuadro por cuadro. 

Vimos algo horrible. Era la foto de un niño muerto, de no más de seis años de edad. Su cara estaba deformada y ensangrentada, un ojo colgando sobre su rostro. Estaba en ropa interior, con el estómago abierto y las entrañas yaciendo a su lado. Estaba tirado en una especie de pavimento, probablemente algún camino. 

La parte más aterradora era que se podía ver la sombra del fotógrafo. 
No había cinta del crimen, no había evidencias o marcas, y el ángulo estaba completamente erróneo para ser parte de evidencia de un crimen. Pàrecía como si el fotógrafo fuese el culpable de la muerte del niño. Estábamos mortificados por supuesto, pero seguimos, esperando que fuera una broma torcida y enferma. 

La pantalla regresó de nuevo a Calamardo, aún llorando más fuerte que antes, y con la mitad del cuerpo en la toma. Ahora, había sangre corriendo por su rostro, saliendo de sus ojos; los cuales estaban dibujados de forma hiper-realísta, como si al tocarlos, pudieses mancharte de sangre. El viendo ahora sonaba como un huracán a través de un bosque; incluso con sonidos de ramas rompiéndose. 

La risa, un barítono profundo, ahora duraba más y era más frecuente. Tras 20 segundos, la pantalla volvió a deformarse para mostrar una foto de un solo cuadro. El editor dudó en repetirla, pero sabíamos que debía hacerse. 

Ahora, la fotografía era de una niña pequeña, no mayor que el niño de la primera. Estaba tirada sobre su estómago, un charco de sangre a su lado. Su ojo izquierdo también había sido extraído, y estaba en ropa interior. Sus entrañas estaban en su espalda, saliendo de un corte. De nuevo, el cuerpo estaba en la calle y se podía ver la sombra del fotógrafo, similar en tamaño y forma a la primera. 
Casi vomité, y una interna, la única mujer de la habitación, salió corriendo. El show continuó. Luego de cinco segundos tras la foto, Calamardo se calló al igual que todo sonido, como cuando empezó. Se retiró las manos y sus ojos estaban dibujados en híper-realismo como los otros al principio del episodio. 

Sangraban, inyectados de sangre y pulsando. Solo miraba la pantalla, como si viese al espectador. Luego de 10 segundos, comenzó a sollozar, esta vez sin cubrirse los ojos. El sonido era agudo y fuerte, y mezclado con gritos. Lágrimas y sangre escurrían por su rostro como un torrente. 
El sonido de viento volvió junto con la risa de voz profunda, y esta vez la fotografía duró por 5 cuadros. 

El animador pudo detenerla en el cuarto y retrocedió. La foto era de un niño de edad similar a los anteriores, pero esta vez era diferente. 

Las entrañas estaban saliendo del estómago, siendo arrancadas por una gran mano; el ojo derecho arrancado y colgando, sangre escurriendo de él. El animador procedió. 
Era difícil de creer. Avanzó al siguiente cuadro, la misma cosa. Volvió al primero, reproduciéndolos rápidamente y entonces yo me quebré. Vomité en el piso; los animadores y editores estaban viendo horrorizados la pantalla. 

Los 5 cuadros no eran 5 fotos diferentes, eran LOS CUADROS DE UN VIDEO. Vimos como la mano levantaba lentamente las tripas, vimos los ojos del niño enfocándose en la mano, y vimos parpadear al niño los últimos dos cuadros. El editor principal de sonido nos dijo que paráramos, que tenía que llamar al creador para que lo viera por sí mismo. El Señor Hillenburg arribó quince minutos después, confundido y sin saber porqué lo habían llamado, así que el editor siguió con el episodio. Una vez que terminaron los cuadros, Calamardo volvió a aparecer, viendo al espectador, la toma enfocada en su rostro por 3 segundos. La toma se abrió, y una voz dijo "HAZLO", mientras Calamardo sostenía una escopeta. 

Inmediatamente pone el arma en su boca y jala el gatillo. El muro tras él acaba salpicado por sangre y materia gris realista, y Calamardo sale despedido hacia atrás con fuerzaa. 
Los últimos cinco segundos muestran su cuerpo sobre la cama, de costado, y un ojo cuelga de lo que queda de su cabeza, viendo fijamente el suelo. 
El episodio acaba. El señor Hillenburg está furioso, y demanda saber qué demonios está pasando. Muchos dejaron el cuarto en este momento, así que solo unos cuantos de nosotros lo vimos de nuevo. Ver el episodio de nuevo solo sirvió para que se grabara en mi mente y me produciera muchas pesadillas. Siento mucho haberme quedado. 

La única teoría que tenemos es que el archivo fue editado por alguien en la cadena desde el estudio de dibujo. Llamaron al CTO para que analizara qué había pasado. El análisis del archivo muestra que le grabaron material nuevo; y por más que intentamos averiguar qué había ocurrido, no logramos encontrar nada. 

Hubo una investigación respecto a las fotos, pero no obtuvimos información de ellas. No se identificó a ningún niño, y no encontramos pistas de la información o pistas físicas en las fotos. 

No creía en fenómenos inexplicables antes de esto, pero ahora sé que cuando algo pasa y no puedo probar qué lo ocasionó, lo pienso dos veces." 

Más información: Click Here!

11 marzo 2011

*Ángel de la Guarda


Ángel de la guarda
Dulce compañía 
No me desampares
Ni de noche, ni de día
No me dejes sólo pues me perdería

AMÉN.





Porque mis hermanos japoneses están en un apuro, porque el mundo lo necesita, yo obviaré hoy mis apuros y entretenimiento, y oraré por ellos por 5 minutos. Sólo cinco minutos de mi tiempo, en los que agradeceré a Dios y a la madre tierra lo que me han regalado, donde pediré por las vidas de los inocentes y para mi fuerza de voluntad, para ayudar a crear un mundo mejor.

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08 marzo 2011

¿Porque llorar?*


Sonríe

Aunque tu corazón esté dolido

Sonríe

Aunque este esté fracturado

Porque cuando sonríes, el día se ilumina, porque con tu sonrisa, creas un mejor día.

¿De qué serviría llorar?

Sonríe

Porque eres alguien especial

Sonríe

Por que a nadie nada debes envidiar

Sonríe

Por que aunque no lo parezca, tienes con quien contar

Sonríe

Por que eres única

Sonríe

Porque no debes cambiar

Porque eres  genial, porque de tus manos siempre salen pedacitos de talento, porque cuando escribes, muestras tu corazón sin ningún lamento, porque se que conozco a la verdadera chica, porque cada vez que eres tú misma haces a miles felices.

Simplemente porque tu amistad vale oro.

Justamente porque nadie merece tus lagrimas, por eso no debes llorar. 

Sonríe, porque nunca existirán dos personas como tú, sonríe, porque aunque parezca que la vida te asfixia, solo es un paso mas que debes sobrepasar. Sonríe porque solo se trata de una pena pasajera, una que olvidarás sin mas ni mas.

Se fuerte, la próxima vez lo harás mejor.

Sonríe, porque no eres cobarde, sonríe, porque solo es una ilusión.

Los obstáculos son imaginarios

Tu mejor arma es una sonrisa

Sonríe, de NADA SIRVE LLORAR... :D



*
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06 marzo 2011

Borrowed Dreams*


How can they call it blasphemy?
Love is nature
Love is a feeling
Give it when I want it
'Cause I'm on fire 
'Cause I'm chasin' a dark star for you
You know I always love you
You can make the darkness shine
Whatever Happens
I'm Forever
Whatever Happens
Don't you let go of my Hand
Whatever, whatever, happens
My new religion is you
That is you
You're my obsession
I traveled through time to see ya
Come and kill the dream gone bad
All the weapons in your had under control
There are many ways to get lost
I feel lost, In myself
Do you erase and replace?
And... we'll never part

*
*
*

Can you feel it?

04 marzo 2011

Siempre tarde, pero y que?: FELIZ CUMPLE MAMUCHITA! :33



Te encierras en tu mundo porque tienes el autoestima debajo del subsuelo terrestre. Ya estás acostumbrada entonces a ser la típica chica "excluida" en cierto modo, aunque siempre exagero, es la verdad. Vas y aunque tienes con quien hablar, siempre en algún tiempo por alguna razón, te quedas sola observado de lejos a los demás. Las chicas ríen, son felices por tener una compañera, los chicos juegan, son felices porque tienen con quien hacerlo. 

La música se convierte en alguna realidad utópica, que te ayuda a coartar aquello que se quiere expresar en lágrimas, si, te sientas en el suelo, con audífonos, tratando de convencerte que no te quedaste sola por que los demás no te quieren... "solo querían dar un paseo"

Eriges tu reino, uno en el que solo tú misma mandas. Entonces ya no duele que los demás no sepan que estás ahí, ya no duele que no se rían contigo o que pongan mala cara al verte. Ya no duele que digan cosas a tus espaldas, ya no duelen que crean que estás demente.

Eres fuerte, nadie ni nada puede atravesar tu muro, nadie mas logrará ver quien eres de verdad.

Pero los planes que apilaste con tanto empeño y necesidad se caen, cuando a tu lado, alguien decide sentarse, y comienza a conversar. 

Sonríe, de una manera que te deja impresionada. Comienza a extenderte la mano, pero en cierto modo te da miedo, sin embargo, sin darte cuenta, estás levantada del suelo, ya dejas de ignorar el exterior, y te das cuenta que la vida es el mejor regalo de todos.

Ahora ya no existen prejuicios ni mentiras, ella te enseña a creer en que existen cosas maravillosas, ahora ya no existen tristezas porque ella te enseña que de nada sirve llorar.

Ya no te sientes sola.

Ahora, esa personita que me enseñó que Dios me quiere, que me enseñó que si merezco muchas cosas, que me enseñó que es una amistad de verdad, esta cumpliendo años de vida. 

¿Sabes?, corrí demasiado por esa cosa que te regalé [ xD ] de verdad no sabía que hacer, pero bueno, espero que te guste.... Sinceramente creo que es poco, pero bueno, mi capital no daba para más. Te dejé este espacio aquí porque me era necesario, siempre he pensado que todas las cosas que quiero deben estar juntas, por eso, aquí esta parte de mis felicitaciones a tí :3 

No sabes cuanto te quiero, no te imaginas, cuantas veces agradezco a Dios y a la vida el haberte hecho cruzar mi camino, aquella tarde en que te sentaste a hablar conmigo. Eres muy especial.

Eres una persona ESPECTACULAR.



Te quiero MUCHISISISISISISIIIIIIIIIIISIIIIMO!, espero sigas luchando por tus ideales, que nunca cambies, porque eres alguien espectacular. No sabes lo que ayudas a los demás solo con saludarlos, de eso estoy mas que segura. 

Gracias por existir

TI AMU TODA UNA DIMENCION!


¿Recuerdas lo que te escribí en la paginita con tiza y colores? xD, es una canción, una que me gusta mucho, y que no se porque cada vez que la escucho, me recuerda a tí. 

Aquí te dejaré un video de la misma, por si quieres oirla y leerla completa! :)

Otra cosilla mas, es lógico quien la canta .__. por esa me disculpo, es que, mientras la oí, ¡me acordé de tí!, espero te guste, no la escribió él, ya que la misma de Chaplin, pero como ya te conté, Michael es un GRAN fan de Chaplin.






Y nunca lo olvides, sonríe, que de nada sirve llorar...

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