23 enero 2011

Conversación con Véuliah



¿Es posible que mas allá de un delirio puedas obtener la respuesta que tanto ameritabas y que no llegaba por si sola? ¿Es posible conversar con alguien sin mover tus labios? ¿O soñarle sin siquiera dormir o imaginar?
Es posible verte entre el mundo que soñaba mientras escribo. Sin embargo, ¿es posible que otros entren en el sin que lo autorices? ¿Cuantas veces debes tocar la puerta de la realeza celestial para que suceda? ¿Que acaso la respuesta viene sólo cuando estamos preparados?

*
*
 .... así es*






"El Porqué o Para qué de lo que hacemos no siempre es claro, sólo es algo que sale, quizás identidad del individuo." 


Me observó fijamente, mientras embozaba una dulce e irresistible sonrisa, después de mirarme intensamente cierra los ojos preparándose a articular palabra. Yo estaba perpleja sin entender, de pronto estaba frente a mí, sabía Dios desde cuando o como. 

Podía sentir como la brisa danzaba pacientemente entre la atmósfera, mientras luciérnagas me regalaban su fulgor dorado entre la oscuridad de la noche, podía admirar las estrellas sobre el manto negro que estaba tras de ellas, que hacía brillar con mayor intensidad la sonrisa de la hermosa diosa Diana, que lucía en todo su esplendor reflejado en el espejo lunar que proyectaba su fuerza divina a los mortales.

Estaba frente a Ulises, me sentí como aquella mujer que esperó mas de 20 años al amor de su vida. ¿Qué aquel lo era?. La razón de porqué me ardían los ojos no estaba clara, tampoco recuerdo si lloré o no. 

Solo se que movió lentamente sus labios
-¿Qué es todo esto?- esta claro, estaba confundido también. Cuestioné aquella extraña interrogante sólo al arquear una ceja, volvió a sonreír
-es extraño- exhaló y se recostó en la pared de granito detrás de sí. Estábamos en un balcón, como aquellos de los de las historias de princesas perdidas en las calles medievales de Praga, irónicamente recordé al melancólico Golem, aquel ser hecho de barro que protegía a judíos, custodiando las puertas de aquellas ciudades enigmáticas y causaba curiosidad al pasar en la vereda de los alquimistas. 

Miraba el horizonte, observando cada detalle de las copas de los pinos que danzaban entre los silbidos de la brisa, mientras regalaban su delicioso olor a menta. 

Solté un suspiro y viré mi vista hacia él.

Parecía ser capaz de leer mis pensamientos, esa hipótesis la reforcé al oírle hablar nuevamente
-Pudo crear vida y la pudo destruir sin siquiera pensar…- lo interrumpí al escucharle
-sin siquiera pensar que la vida conlleva a sentimientos y los sentimientos al pesar- no sabía descifrar aquel criptograma que había aparecido entre el lenguaje de sus ojos y el entender de los impulsos de mis neuronas, seriedad y dulzura mezclados con picardía y quizás un toque de timidez. Aquello era loco, pero es lo único que puedo asegurar, como lo podría expresar.
-¿porqué lo haces?- continuaba sus preguntas
-¿hacer qué?- no entendí hasta que me volvió a observar, mi cuerpo se estremeció, sentí una extraña oleada de sentimientos en mi estomago
-aam…esto…- no sabía que decir o hacer me sentía como…
-una niñita perdida- bufó entre risitas de burla, abrí los ojos mas de lo normal al oír aquello
-no es mi culpa, sale por salir, y es incomodo expresarlo al responsable- resoplé mientras mis ojos ardían
-¿responsable?- cuestionó ahora el
-canciones vienen y van, pero las tuyas retumban en mí mente, me hacen como resucitar- respondí
-¿acaso estás muerta también?- me sentía como una ex-convicta delante de un policía
-Es la melodía de tu voz, es como el llorar de un violín, aquello que escribí salió del fondo de mí vacía alma, es extraño, suelo contradecirme sólo por no saber expresarme- me llevé las manos a mi rostro, ofuscada, por un momento pensé en huir.
-no deberías atribuir a Vivaldi algo que no es puro- dijo mientras su mirada oscura brillaba entre la atmosfera
-Vivaldi es poco….- aun dolía mi cabeza, mantenía mis manos ocultando mi rostro –un día una persona me describió con una sola palabra, y esa misma la vi repetirse camuflageada con “Soledad” entre aquellas letras que me inspiran- guardé silencio, mientras lentamente las aparté de mi rostro y miré hacia el granito del suelo en que estaba sentada, sin embargo permaneció en silencio
-la soledades adictiva- agregué
-es parte de quien es artista del alma- murmuró
-¿y acaso soy artista?- bufe de manera sarcástica
-todos lo son, pero ‘el artista del alma’ es sólo aquel que necesita vivir entre su camino- volvía a soplar fuertes ráfagas de viento, la menta me volvía a deleitar.
-se siente de todos modos extraño- mi vista estaba perdida
-es sólo parte de ello como te lo acabo de decir, nada es fácil, tú misma lo afirmas- su voz era tranquila, pausada, dulce y comprensiva.-Te oí decir un ‘ten entiendo’, se siente extraño…..y mas cuando tiene que ver con cosas del lenguaje del alma- parecía interesado, yo no quería responder
-no es mi culpa…. Sólo comprendo….y me siento culpable- dije
-Es sólo ir a un lugar en donde puedas hacer lo que te plazca, pero te das cuenta de que el mundo de afuera se desborona y te sientes…- volví a interrumpirlo
-te sientes como un egoísta y un cobarde- nos miramos atentamente, era como un libro que ambos adorábamos. 
-lo siento- rompí en llanto, mis ojos ardían, era como llorar vinagre…. Sentía como el dolor salía nuevamente a flote y me aturdía, me odiaba a mí y al mismo tiempo odiaba todo a mi alrededor
-siento no haber llegado temprano- seguían deslizándose las traviesas lagrimas por mis mejillas –no puedo nunca llegar a un maldito lugar a tiempo- la furia que crecía en mí quizás era similar a la de Isis al flechar equivocadamente a su hijo Horus en aquella pelea entre Seth y el mismo. Me sentía inútil, podía sentir el contorno de la lanza que hirió al dios de la escritura y la sabiduría en mis manos, el llanto en mis cuerdas vocales y el dolor en mi alma.

¿alma? El término alma o ánima (del latín anima) se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible que poseerían algunos seres vivos cuyas propiedades y características varían según diferentes tradiciones y perspectivas filosóficas o religiosas.

No sé si escoger entre Howard Carter o Da Vinci, o entre la creación o la evolución.

Estoy confundida, y me siento mal por no haber llegado temprano, siento que me esperabas con mucha paciencia, y no llegué a compensarlo.

Pude sentir como lentamente deslizaba su brazo sobre el mío y como me decía al oído un “no es tú culpa”. Una onda eléctrica me atravesó. Fue entonces cuando apenas pude percibir el suave tacto de sus labios sobre mi mejilla, mi corazón dio un sobresalto, pero sólo fue por una milésima de segundo, cuando abrí los ojos estaba entre mis sabanas sobre la cama, me quité las mismas viendo a mi alrededor mientras la frase “¿Acaso estás muerta también?” me arrollaba.
-Maldito Give in to me…. miré detalladamente mi habitación, estaba de regreso a la realidad –sí…. Me siento muerta…-

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