Estaban los minutos suspendidos en el aire, mientras percibía el movimiento mis sentimientos, idéntico al de un péndulo, un morboso y estúpido péndulo que arrancaba poco a poco las ilusiones que me había trazado como una completa imbécil. ¡Vamos!, si hasta yo misma lo dije, "Los cuentos de hadas no existen, son lo mas cínico que pueda existir" ¿porque iba a aparecer uno solo por mi?. Entonces caía en cuenta que sentía algo que me aterrorizaba siquiera aceptarlo, alguien compartía los latidos de mi corazón.
Ya ni siquiera las falsas escenas que me había inventado con mis amores platónicos podían dar marcha atrás a la reacción química producida luego de mezclar esos dos químicos fuertes, sensaciones distintas, miradas especiales. Era algo mas que alquimia moderna.
¡Maldita sea la vez que me tropecé contigo!
Ahora soy una niña mimada que tiene miedo de que te conviertas en algo mucho mas especial. ¿Qué sería lo mas irónico de todo?, que compré un par de pulseritas que me dio vergüenza entregar. Sí, míralas, aquí están, suspendidas en la gélida atmósfera, junto a mis heladas manos, y mi brazo extendido, estan viendote, cuando yo solo bajo la mirada extendiendolas.
Llevatelas, juro que cuando lo hagas dejaré de sentirme tan estúpidamente cautivada con los extraños minutos de tranquilidad que me regalaste. Juro que cuando las apartes de aquí, mi piel, arrancaré de mi mente las lineas de inspiración que comenzabas a crear, juro que arañaré cada trozo de sentimiento en mi corazón débil, y que teme por estar cautivado otra vez.
Juro, aquí y ahora, que haré que la agonía de mis decisiones será ahora, mejor ahora que nunca, y hará acabar la pesadilla de invierno que se creó de pronto, y te dará en bandeja de cristal lo que cediste sin imaginar, que ahora mas que nunca, necesito que te vayas, o no te dejaré ir jamás.
Alejate de mí, por favor.
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